Mexicali. – Durante el embarazo, las mujeres experimentan una amplia gama de cambios físicos y emocionales; por ello, el estrés añadido, ya sea laboral, familiar o relacionado con la salud, puede convertirse en un factor de riesgo que afecte tanto el bienestar de la madre como el desarrollo del bebé.
José Rojas Serrato, Director del Hospital Materno Infantil de Mexicali, indicó que el estrés excesivo, puede generar síntomas como ansiedad, insomnio y cambios en el apetito, lo que puede dificultar el disfrute de esta etapa tan especial. Además, cuando este estado se presenta de manera prolongada, puede contribuir a problemas de salud, como hipertensión o diabetes gestacional.
“Las mujeres embarazadas que experimentan altos niveles de estrés pueden enfrentar dificultades para manejar sus emociones, lo que puede generar sentimientos de tristeza, irritabilidad y agotamiento emocional. Esto puede afectar su capacidad para conectarse emocionalmente con su bebé y sus seres queridos” añadió.
El embarazo en una mujer es en sí un proceso de cambios físicos que requieren un monitoreo y cuidados especiales, lo cual puede ser afectado negativamente si además se le suman preocupaciones domésticas, laborales o familiares.
Rojas Serrato, recomendó mantener una dieta saludable, realizar ejercicio físico moderado como caminar y practicar técnicas de relajación como la meditación y la respiración profunda. También sugieren establecer una red de apoyo emocional, tomar descansos frecuentes durante el trabajo, garantizar un sueño adecuado y buscar apoyo profesional si el estrés resulta abrumador. Estas medidas contribuyen al bienestar físico y emocional de las futuras madres, favoreciendo un embarazo más saludable.
Cuidar la salud emocional de la madre durante el embarazo es tan importante como cuidar la salud física. Tomarse el tiempo para relajarse y buscar apoyo puede ayudar a reducir el impacto del estrés y a crear un ambiente más saludable para el bebé, finalizó.